QUE TRATA DEL CENTRO CULTURAL 104 Y DE LAS HORAS Y HORAS QUE NOS PODEMOS PASAR AHÍ

Estoy harto de repetir una y otra vez que París es una ciudad increíble, que sin duda no deja a nadie indiferente. Si alguna vez habéis imaginado algo, se encuentra en París. Si alguna vez has tenido la ligera idea de que has inventado algo nuevo, que puede ser revolucionario y original, lo siento, ya está inventado y está en París.

El sábado pasado, Jesús y yo asistimos a un evento parisino dónde se reunían personas de diferentes edades para dibujar juntos (urban sketchers). El evento es de carácter amateur y a nivel mundial, por lo tanto pensamos que estaría bien asistir para ver qué tal era el tema. La reunión era en el centro cultural 104, en el norte de París, y habían quedado a las 11h para empezar a dibujar en distintos puntos del recinto. El caso es que nosotros, como buenos hispanohablantes y respetando nuestra cultura llegamos a las 13h, así que al llegar estaba todo el mundo repartido y dibujando como auténticos profesionales. Nosotros por el contrario, nos presentamos cada uno con un bloc y un lápiz, ni goma, ni marcadores, ni nada, '¿pa' qué?'.  Era la primera vez que íbamos al centro, y nos pusimos a investigar un poco antes de decidir el sitio donde nos asentaríamos para dibujar. El lugar nos sorprendió y nos encantó en idénticas proporciones. Lo definimos como un sitio donde hacer todo lo que puedas imaginar sin restricción de espacio, clima y ambiente artístico, un lugar perfecto para hacer lo que te de la gana y por el módico precio de ni un solo euro. En el recinto había exposiciones de arte y tiendas, entre ellas una de segunda mano con millones de corbatas de dibujos. Gente dibujando, cantando, representando minipiezas teatrales, bailando break dance y haciendo todo aquello que os podáis imaginar, sin que nadie les moleste, les mire mal o les saque del lugar por escándalo público, vamos un auténtico paraíso cultural.

Nos instalamos en una especie de plaza interior donde había unos chicos bailando 'break dance' y empezamos a dibujar. Alrededor de la plaza había unas hamacas perfectas donde nos sentamos a dibujar. Podríamos decir que o me cansé muy pronto de dibujar o me entraron unas ganas terribles de bailar 'break dance' las dos opciones son válidas, con lo que me puse a intentarlo con la intención de volver a menudo para aprender de verdad.

Al salir topamos con un laberinto de cartón en el que nos metimos y disfrutamos como niños.

Laberinto de cartón

 

Y por último la obra de arte definitiva. Os dejo la imagen porque nos quedamos sin palabras.

In perspectives 

No me cansaré de repetirlo, París es una ciudad increíble.

Agur!