Al volver Marta de Barcelona hará unas semanas se trajo consigo uno de los artefactos de diversión de estos días. Un xilófono que por arte de magia se rompe por todos los lados rompibles pero que suena a música celestial. El otro día estábamos tocando la única canción que nos "sabemos" y al grabar conseguimos unos cuantos vídeos de los intentos.
No haga' eso!
Estos vídeos no pretenden mostrar mi incapacidad para tocar el xilófono, sino las horas y horas de diversión que nos proporciona cualquier chorrada en esta pequeña y mágica ciudad llamada Besançon.
Agur!
PD. Falta el vídeo definitivo con la canción completa, si convenzo a marta para subirlo os lo pongo ;)
4 comentarios:
mira eh? qué bueno estás xD
Esa es la conclusión que has sacado de la entrada... me sorprendes xD
Creo que ya sé cual es tu palabra favorita.
jajajaj cómo mola. Las risas del vídeo son contagiosas
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