miércoles, 28 de septiembre de 2011

QUE TRATA DE POR QUÉ ESTOY DE NUEVO EN FRANCIA Y DE QUÉ VOY A HACER AQUÍ

Sigo comiéndome la cabeza sobre dónde y cómo voy a vivir este año en Francia, pero dejando de lado esa cuestión, voy a contaros qué pasó para que, de nuevo, volviera a tierras galas un año entero.

Estando en Besançon conocí a Iratxe, no sé si la recordaréis, pero os refresco la memoria muy rápido. Un chica asturiana que vivía en un piso en el centro de la ciudad con un estudiante de matemáticas chino. Ella me habló de unas becas que daba el MEC para asistentes de lenguas en el extranjero. ¿Qué es un asistente de lenguas? -os estaréis preguntando. En España no estamos muy acostumbrados a este tipo de práctica, ya que la educación, como todos sabemos es más bien tirando a precaria, pero en países de Europa como Francia, Alemania o Inglaterra (y, para no desanimaros, actualmente también España) ofrecen,en los institutos, una plaza a un profesor nativo de una segunda lengua estudiada en dichos centros. Este profesor ofrece a los alumnos un acercamiento a la lengua mucho mayor que un profesor no nativo, aportando, al mismo tiempo, conocimientos de cultura general del país. Solicité la plaza, ya que me parecía una buena ocasión para continuar en Francia y a la vez ir haciendo algo de curriculum en esto de la enseñanza. 

Me aceptaron en la convocatoria pero no supe mi destino hasta mediados de Junio, cuando, por fin, me dijeron que trabajaría en el Lycée Flora Tristan de Montereau. En un primer momento dije:
- WTF? ni me suena el sitio. 
Corriendo fui a Google Maps y busqué su situación concreta. 
-¡Oh, cielos! En Île de France.-pensé. Justo al lado de París. Este año promete ser legen... (espera un momento) DARIO.

Ese éxtasis momentáneo fue disminuyendo cuando empecé a ver precios de habitaciones y la dificultad para encontrar piso en Paris centro, añadiéndole el gran gasto que comportaba ir a trabajar en tren a dicho instituto. El caso es que actualmente me encuentro en un punto intermedio entre la agonía extrema de no saber dónde viviré todo el curso y el éxtasis emocional provocado por estar tan cerca de un núcleo urbano tan característico como París. Confío en que pronto se solucionen distintas cuestiones y que pueda estabilizarme un poco.

Agur!

domingo, 25 de septiembre de 2011

QUE TRATA DE LAS CUESTIONES QUE ME TRAEN DE CABEZA Y QUE NO ME DEJAN DORMIR.

Os escribo desde Montereau-Fault-Yonne. Concretamente, desde la habitación del instituto donde voy a trabajar. El instituto se llama Flora Tristan y, a parte de ser un instituto normal, también realiza cursos de lo que en España vendría a ser Formación Profesional. Este dato tendrá más sentido cuando explique el por qué de mi estancia en Francia durante este curso, pero eso vendrá más adelante (alrededor de día 4).

Dicho instituto dispone de una habitación para el profesorado, que por suerte, al llegar yo estaba vacía. Así que me adueñé de ella y aquí me encuentro, a prácticamente 1 hora en tren de París. La habitación en sí, no está nada mal. Es bastante grande, tiene un baño con ducha y arreglándola un poco puedes cocinar bastante bien. Los problemas que estoy teniendo no vienen tanto del lugar donde vivo, sino la zona geográfica en la que vivo. Se trata de una ciudad de una comuna francesa de 16.000 habitantes. Se supone que es la capital del distrito de Seine et Marne, pero más bien parece una ciudad fantasma que una capital de algo. Tengo ciertas dudas sobre si wikipedia me está engañando con algún que otro dato. De todos modos, antes de llegar aquí, ya sabía a lo que me exponía, 16.000 habitantes son muy pocos habitantes. Llevo aquí dos días y me he cruzaso sólo con 3 jovenes. Creo que estoy sólo en este desierto social.

Por eso estoy planteándome varias cosas y espero que me aconsejéis como es debido.

1) Vivir en París
2) vivir en Montereau
3) Vivir entre París y Montereau

1) Vivir en París: Esta fue mi primera opción en todo momento antes de partir. Mi intención era vivir en París e ir al trabajo en tren. Hay un tren cada hora y el primero sale a las 6:35h. Con lo que no tengo problemas de horarios. El problema es que vivir en París es muy caro. Hagamos cuentas rápidas: 500€/habitación + 200€/comida + 80€/metro + 84€/tren + 100€/extra = 964€. A esto debemos restarle lo que me den de ayuda para el alojamiento, que varíaría entre unos 100/200€ al mes. Por lo tanto me quedaría por unos 764€/864€ al mes.

2) Vivir en Montereau: Esta es una opción que hasta hace poco no me había planteado, ya que realmente en esta ciudad no hay nada que hacer y voy a morirme de asco. La cuestión es que creo que ahorraría dinero y podría ser un año para mirar un poco hacia el futuro. Hagamos cuentas rápidas: 120€/habitación + 200€/comida + 50€/metro (4 billetes de 10 trayectos) + 140€/tren (5 días a París) + 100€/extra = 510€. En este caso no sé si podría solicitar la ayuda para el alojamiento, pero con suerte serían unos 60€ que me restarían. Por lo tanto me quedaría por unos 450€/mes.

3) Vivir entre París y Montereau: Puede ser una buena opción, ya que será más económico que en París, pero a la vez tendré que estar echando viajes todo el rato entre París y Montereau. No puedo ponerle una cifra a esto, pero quizá si encontrara una ciudad decente entre las dos, no tendría la necesidad de ir tanto a París para no aburrirme. Entre las candidatas están, Melun y Fontainebleau.

¿Qué opináis vosotros?

miércoles, 21 de septiembre de 2011

QUE TRATA DE PARÍS, OH LA LÀ! Y DE LOS PRIMEROS DÍAS

Saludos terrícolas.
El lunes por la noche llegué a París, después de una increíble semana en Madrid-Faro (historia que ya contaré más adelante). A las 21.30 llegué al aeropuerto de Beauvais, a las afueras de Paris y a las 23.00h ya había hecho dos transbordos de metro y había llegado al albergue. No voy a dar muchos detalles del albergue, ya que no merece mucho la pena, sólo diré que me hubiera servido de refugio en caso de una catástrofe nuclear pero, en su contra, hubiera sido el primer lugar en ser aniquilado en una redada racista. 

Por la mañana quedé con Araceli, una chica de Córdoba, para buscar piso juntos. La verdad es que no fue un día muy productivo en ese aspecto, ya que nos limitamos a coger algún que otro anuncio, pero poco más. Se supone que durante estos días será mucho más efectivo, ya que llega Rafa, un amigo de Araceli, con la intención de unirse al grupo de búsqueda intensiva. Estuvimos, entonces, visitando algunos barrios de París y me pareció increíble. Esta ciudad es preciosa y enorme, siempre hay algo que hacer y que ver y evidentemente, siempre está repleta de gente de todos los puntos del planeta. No he tenido mucho tiempo de disfrutar de las vistas de París, pero lo poco que he visto me está gustando. 

Por la tarde cogí un tren a Besançon que llegó a las 23.30h. Fui directo al Bar de l'U donde estaba seguro que me encontraría con todo el mundo, ya que al ser martes, coincidía con la Soirée International. En efecto, el bar estaba repleto de gente, pero poca conocida. Quedé con Lucas, ya que tenía que ir a dormir a su casa y tomamos algo con toda la gente que este año va a vivir en Besançon. No os podéis ni imaginar la sensación de nostalgia que sentí al recorrer de nuevo las calles de esta pequeña ciudad y al pasar por mi antigua casa un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. Estaré aquí unos días intentando arreglar todos los papeles con la agencia inmobiliaria y con el banco y volveré a París para seguir con la búsqueda de piso.

Tendréis noticias mías pronto, estad atentos =)

Agur!

viernes, 9 de septiembre de 2011

QUE TRATA DE CÓMO DE UN DÍA PARA OTRO PUEDEN CAMBIAR TUS MEDIOS, PERO TU FIN SIGUE ESTANDO INTACTOS.

Estas últimas semanas en la isla están siendo un completo caos. Tengo muchas cosas que hacer antes de dejarla de nuevo y partir hacia mi patria de acogida una vez más y, como siempre, tengo el mismo problema, la falta extrema de tiempo. Por esta razón digo que estas últimas semanas están siendo un caos, porque todo ha dado un giro de 180º en mi contra y he tenido que saber contrarrestar todo lo que iba ocurriendo en este momento.

La idea primigenia que corría en mi cabeza era irme a París, para trabajar 2/3 días en el instituto donde me concedieron plaza de Auxiliar de conversación (ya daré más detalles). Al mismo tiempo aprovecharía para hacer un máster y continuar con mi futuro profesional. La idea del máster se fue rápido de mi cabeza, ya que encontré una alternativa mejor: hacer las oposiciones al CAPES (prueba para el profesorado en Francia). Una opción mucho más atractiva y con un trabajo bastante aceptable y asequible para los primeros años.

¿Qué ocurrió entonces? Que todos mis proyectos de seguir avanzando en mi carrera se reducían a cero al suspender un examen en Septiembre, desbaratando todos los planes de licenciarme este curso y con las puertas cerradas a las oposiciones y a cualquier máster. Así que cambié un poco mi visión de mi mundo y decidí que seguiría yéndome a París para aprovechar la oportunidad de trabajar como profesor y que sacaría la titulación C1 de francés y como mínimo la B1 de inglés, a la vez que estudio para Febrero para terminar la carrera. 

Día 12 se Septiembre, es decir, el próximo lunes, se supone que empezaba mi aventura hacia tierras galas, haciendo una pequeña escala en tierras lusitanas. Durante todo el verano, estuve planeando un viaje a Portugal con una amiga rusa que conocí el año pasado en Besançon, Anya. Se suponía que día 12 llegaría a Faro y recorreríamos la costa portuguesa durante una semana. Mi avión llegaba a Madrid día 12 a las 15.00h para salir hacia Faro a las 17.00h. 7 días más tarde saldría hacia París. ¿Qué ocurrió entonces? Que la Rusia postcomunista no permitió que el visado de mi amiga llegar a tiempo, con lo que el "peut etre mon visa il arrive pas" se convirtió en una realidad. En Faro me esperarían el Asturiano y Eleni, futura compañera de piso de Anya.  Por suerte, una rápida intervención y dinero por en medio, hicieron que Arald cambiara su vuelo a Faro para una semana después, con lo que dispone de 7 maravillosos días en Madrid, no sin antes convencer al Asturiano para que fuera a Madrid durante esa semana y poder vernos con nuestro hermano isleño Óscar, la compi Vir, el trolo de Victor, Ana y David.

La llegada a París está prevista día 19 de Septiembre a las 21.00h. Para entonces tendré una habitación compartida en un albergue con cuatro personas más, de las cuales desconozco absolutamente todo. Al día siguiente me espera un día interminable de buscar piso en la capital francesa a merced de estafas y de dar vueltas como un tonto por los distintos barrios de París. La noche del 20 y algunas más, dormiré en casa de un couchsurfer a la espera de encontrar piso rápido. Después de esto, no sé qué será de mi, pero prefiero que el futuro me sorprenda.

¿Seguiréis leyéndome para entonces?