miércoles, 23 de noviembre de 2011

QUE TRATA DE CUANDO, DE UN DÍA PARA OTRO, NOS FUIMOS A ÁMSTERDAM

Como ya conocéis a Jesús, Serio y Teresa, puedo pasar de lleno a la acción.

Corría la semana de las vacaciones de la 'toussaint' en Francia y hacía escasos días que había llegado de nuevo a París después de hacer un viaje en coche acompañado de mi madre y Toni. Mi familia partió de nuevo a casa y yo me quedé en la capital francesa con todos los ingredientes para pasar unas vacaciones increíbles. Nos reunimos e hicimos una tormenta de ideas que concluyó cuando la palabra 'Ámsterdam' vino a nuestra mente. ¿Seis horas y media de trayecto entre París y Ámsterdam? ¿Qué es eso cuando estás en medio de Europa?
La idea estaba en el aire, sólo faltaba perfilarla un poco para que todo fuera sobre ruedas (nunca mejor dicho). Buscamos un hostal y dimos con el lugar perfecto, un camping con cabañas de madera para cuatro personas, a las afueras de la ciudad, con cocina y duchas realmente frías. 14€ la noche y con derecho a 'pasarlo realmente bien', no podíamos pedir más.

Salimos un martes de buena mañana, no sin antes cargar el coche de grandes dosis de chocolate en todos los formatos. Nuestra compra, que habíamos hecho la tarde anterior, se basó prácticamente en ese producto. Galletas Príncipe, tabletas de chocolate, napolitanas de chocolate, galletas bañadas en chocolate, chocolate con chocolate, atún y algo más de chocolate. La comida era lo menos importante, nos íbamos a Ámsterdam. Lo que quedó claro desde el primer momento, es que necesitábamos un Zaratustra.*
Lo más interesante de la adquisición de un Zaratustra, fue las normas que se pusieron a la hora de adquirirlo:

1) La primera norma del Zaratustra es que nadie sabe qué es un Zaratustra.
2) El Zaratustra debe comprarse en el supermercado.
3) El precio del Zaratustra no debe ser superior a 4€.
4) Disponemos de 5 minutos para encontrarlo.
5) El mejor Zaratustra será el que nos acompañe siempre.

Las reglas eran fáciles, así que de pronto nos vimos corriendo, cada uno por su lado, por los pasillos del supermercado buscando el mejor Zaratustra de todos los tiempos.

Y al final, lo conseguimos:
Zaratustra conduciendo de camino a Ámsterdam

Llegamos al camping sobre las cuatro de la tarde guiados por mi gps llamado Chiara (ya hablaré de ello). El hostal nos encantó, a pesar de ser ligeramente refrescante por las noches, era precioso.

Hogar, dulce hogar.

Una vez instalados fuimos al centro y visitamos la ciudad a la puesta de sol. Ámsterdam es increíblemente bonito, sobre todo de noche. La iluminación de luz naranja de las farolas hace que todo tenga una tonalidad realmente bonita. Si alguna vez vais en coche, debéis informaros sobre el P+T (parking + tramway), por 8€ puedes estacionar el coche en un parking en el centro de la ciudad y te dan 4 tikets de tramway (ida/vuelta) o 2 bicicletas. Una iniciativa perfecta para utilizar el transporte público.

No voy a extenderme en decir lo que vimos, hicimos o creímos ver o hacer, simplemente os dejo con una colección de fotos que son más concretas que todo lo que os pueda contar. Sólo diré: centro de la ciudad, canales, barrio rojo, coffeeshops y ya no me acuerdo...

Sergio

Jesús

Arald

Teresa

I amsterdam



Estatua de Rembrand

Rabobank. No podía faltar en una visita a Ámsterdam




Zaratustra en una de las paradas culturales por excelencia

Me encanta esta foto con el niño paseando a su coche mientras yo paseo a Zaratustra. =)


A ver quién encuentra el Mindfuck


Canales de Ámsterdam


Ámsterdam es una ciudad pequeña pero con un encanto especial. Su gente, su forma de vida y los bonito del paisaje, hacen que merezca mucho la pena visitarla. Bicicletas por todos lados, bordeando los ondulados canales que rodean la ciudad. 

*Zaratustra: Dícese de aquel elemento que puede ser cualquier cosa al ojo inexperto, que responde a unas características básicas que desconocemos pero de las que todo el mundo habla o ha oído hablar alguna vez. Un Zaratustra es conocido en todo el mundo, pero nadie sabe lo que es, por tanto es abstracto y a la vez materializable y físico. 

3 comentarios:

Kurai dijo...

Jo, yo quiero un Zaratustra >.<

Perradesatan dijo...

Todo el mundo que va a Amsterdam se trae la foto con el Rabobank... cómo somos! :P

Arald dijo...

Kurai, lo sé =) sé que quieres uno. Es una pasada! ^^
Bea, los españoles somos así, está en nuestro ADN.

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