PAN PAL PUEBLO: QUE TRATA DE LA VISITA QUE RECIBÍ EN VÍSPERAS DE LA VUELTA A ESPAÑA.

Al parecer, decir que voy a tardar en actualizar crean en el mundo una especie de conexión especial para que vuelva a hacerlo en pocos días, así que creo que cada vez me despediré de la misma forma y así, tendréis esto más completo.

Tengo la ligera impresión de que pasan muchas cosas a mi alrededor y me dejo muchísimas sin contar. En ningún momento olvido lo que me pasa, ni a la gente con la que convivo o he convivido, así que por suerte y a pesar de no encontrarse registradas en un blog, están perfectamente archivadas en mi memoria.

Una semana antes de volver a Mallorca por Navidad, recibí la visita de Imma. Esta persona, para quién no la conozca es una de las amigas más antiguas que tengo. La conocí cuando teníamos 13 años y hasta ahora siempre hemos tenido una gran amistad. Cabe decir que en diversos momentos de nuestras vidas, es evidente que hemos permanecidos bastante distanciados, pero por suerte, somos del tipo de personas que no nos cuesta nada retomar el contacto. Eso mismo pasó este verano, después de varios meses sin prácticamente hablar, volvimos a vernos y a quedar de vez en cuando, de lo cual surgió la idea de venir a visitarme este invierno. La verdad es que la idea me gustó bastante, porque me gusta recibir visitas y más si en la ciudad en la que estoy es tan potencialmente visitable como París.

Aprovechamos para conocer la ciudad juntos, ya que, muchos de los lugares que visitamos todavía no los conocía. Recorrimos París de arriba abajo, viendo los monumentos más emblemáticos, museos, bares, cementerios, etc. Y así fue como pasamos una fantástica semana en París, conociendo la ciudad y a la gente de aquí. Creo que fue un viaje bastante entretenido para los dos, ya que no paramos ni un solo momento. Creo que se llevó un buen recuerdo de todo lo que vio en la ciudad, de la gente que conoció en esa semana y sobre todo la experiencia de ver la vida desde un punto muy distinto al que solemos tener.