miércoles, 15 de diciembre de 2010

QUE TRATA DE CUANDO FUIMOS A MONTBÉLIARD, PASAMOS EL DÍA Y NOS PELAMOS DE FRÍO

Como ya sabéis, una de las mejores cosas que hay, son los viajes. Siempre que puedo y los factores externos a mi me lo permiten me gusta escaparme y ver cosas que desconozco, con lo que este sábado, aprovechando que Andrés me había propuesto salir de Besançon, fui a Montbéliard.

Quedamos a las 9 y algo en la estación del tren para salir con el de las 9.41h. Yo, como de costumbre, soy muy listo y me puse el despertador a las 6 de la mañana con la intención de "aprovechar un poco la mañana antes de irme todo el día". El despertador cumplió una de sus funciones: sonar, pero falló en la más importante: despertar, así que me quedé dormido hasta que Pili, que también se venía, me mandó un sms diciéndome que ya salía del campus. Esto fue a las 9.10h aproximadamente, con lo que las 9 y algo estaban a punto de cumplirse. Me vestí, me puse las botas, acción de la que luego me arrepentiría, y salí corriendo a coger el bus para llegar a la estación lo antes posible. Cuando llegué a la parada de bus, vi que quedaban 19 min. para que llegara, así que sin pensármelo dos veces salí corriendo Grande Rue arriba en dirección a la estación. Ahí me arrepentí de haberme puesto las botas. No sé exactamente cómo lo hice, no sé que mágica capacidad interna generé en ese momento, no puedo explicar con palabras la ligereza que tenían mis piernas y la velocidad desmesurada con la que mi cuerpo avanzaba (nota: dramatización, puede que no ocurriera) pero llegué a la estación a tiempo para comprar el billete, hablar con unas compañeras Erasmus que iban a otro pueblo y coger el tren, si fumase me hubiera dado tiempo a fumarme un cigarro incluso. Lo que es más increíble es que llegué antes de Pili que iba en bus, pero bueno, esa es otra historia.

Chateau de Montbéliard
Llegamos a Montbéliard y visitamos el centro, en el cual pudimos disfrutar del Marché Noël, un mercado de Navidad dónde puedes encontrar todo tipo de cosas de la región, desde ropa hasta comida, pasando por objetos sin utilidad y otras cosas. Visitamos el museo que hay en el centro de la ciudad, que por ser Navidad estaba abierto hasta las 21h, al igual que el mercado. La misma entrada (1€ por ser estudiantes), nos sirvió para entrar al museo que se encuentra en el Chateau de Montbéliard, un castillo bastante bonito que se encuentra en frente de la estación de trenes, es decir, en pleno centro de la ciudad. Después de ver el museo, que la verdad es que mereció mucho la pena, volvimos al mercado, pero esta vez con toda la iluminación, lo que le daba a la ciudad un encanto especial.

Andrés y Pili tocando una ovejita como Carmen Sevilla

Musée du Chateau de Montbéliard
Ese día hacía mucho frío, así que era muy difícil permanecer en la calle. Regresamos con el tren de las 18 y por la noche fuimos a la fiesta de Navidad que organizó la Asociación Erasmus de Besançon, pero eso ya os lo contaré en otro momento.

Église de Montbéliar et Marché Noël


Agur! 

3 comentarios:

Kurai dijo...

EL regalo no será una cabrita, no?? Yo quiero una >.<

Andrés dijo...

Yo aún sigo pelado...jeje

(Por cierto, amigos de Santi, si queréis saber qué regalo es y llevaros la satisfacción de ganar, poneos en contacto conmigo, que yo lo sé!! jeje)

H@n dijo...

Que fotón la última Ö
Antes de empezar a leerte, no sabía nada de Besançon ni alrededores, y ahora cada vez que nombras algo me paso una hora investigando por internéh =)
Flipo con las reducciones de precio por ser estudiante, asi da gusto culturizarse!

Pena de frio... pero nada, algún día acabarás siendo inmune... y si no, piensa en cómo cojones han sobrevivido los finlandeses >_<

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